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El mejor Osteópata de Barcelona: Mi opinión personal

Stefan es alemán pero vive en Barcelona, tiene más de 20 años de experiencia y está especializado en kinesiología aplicada, fisioterapia, osteopatía y FDM (Modelo de Distorsión Fascial).

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Hoy hablamos de varios osteópatas que he tenido la suerte de conocer, varios de ellos tienen un don en sus manos, pero la idea de estas palabras no es hablarte de unas buenas manos, hoy quiero hablarte de las que yo creo son las mejores, las que, en mi opinión, son las manos del mejor Osteópata de Barcelona.

«En cuanto a la palpación hay que tratar de encontrar aquello que solamente está presente,
y no lo que nos gustaría y desearíamos que estuviera presente».
Harrison H. Fryette Dostor en Osrteopatía

mejor osteopata de barcelona

No soy de las personas que están todo el día frente a la televisión mientras se me cae la baba al ver basura televisiva cada vez peor. Tampoco podríamos decir que soy un grandísimo deportista, pero sí que puedo decir que soy de esos que le gusta estar activo y echarse unos buenos partidos de fútbol y pádel con los amigos al menos un par de veces por semana, ir a caminar por el arrabal o algunos días por la bella Pedraforca.

Me gusta mucho comer y, en cuanto me descuido, tengo unos kilitos de más que no son fáciles de perder, y con el pasar de los años he aprendido que no hay nada mejor que el cardio para mantener la tripa innominiosa a ralla.

Como la mayoría de corredores de Barcelona, me verás por el paseo marítimo echando unos kilómetros. No hay nada mejor que enchufarse los cascos y la mejor música e irte a correr bajo el sol mañanero, que no quema pero sí calienta. Al final de la sesión, adiós camiseta llena de sudor y bienvenido un buen baño. Se queda uno redondo. ¿no crees?

La máxima número uno de un corredor es conocer sus límites y tomarse las cosas con calma, no vaya a ser que tus músculos, esos que deberías conocer muy bien, te jueguen una mala pasada. Y a mí me la jugaron, me hice un buen esguince de ligamento.

Por eso hoy vengo a contar algunas opiniones de algunos buenos osteópotas de la zona de Barcelona. Los que ya hayáis tenido que pasar por los genios del cuerpo humano, sabréis de sobra que que no es plato de buen gusto.

Ya he tenido incontables lesiones, y cuando tenía que ir a un osteópata en Barcelona preguntaba a mis amigos corredores, los cuáles siempre están saltando de uno a otro diciendo «este es mejor, no, este es mejor, no, este es el mejor osteópata de barcelona». Y claro, a mí me recomendaron uno, y ya sabes el dicho popular «a quien buen osteópata se arrima buena sombra le cobija». ¿O quizás no era así? no lo sé.

En fin, ya te adelanto que después de pasar por muchas camillas acabé en la del GRAN Stephan, que no sólo es mi profesional de confianza sino que se está convirtiendo en un gran amigo. Pero no adelantemos acontecimientos, primero, voy a contarte unas historias, unas historias de osteópatas.

«Ser un gran médico significa poseer conocimiento, y poseer las 3 H:
Humanidad, humor y humildad.»
Peabody

Osteópata Barcelona, buscando al mejor

Buscando al mejor Osteópata de Barcelona

No recuerdo qué año era. Esta es una de esas cosas que uno tiende a olvidar, pero sí que recuerdo cómo ocurrió todo. En una pachanga de fútbol con los amigos me dieron un tremendo pisotón en la parte anterior del empeine. Solté un grito y, lleno de dopaminas hasta en las cejas, continué jugando como si nada. Gran error.

Cuando volví al piso y quise quitarme las zapatillas… ¡ay! Qué tremendo dolor, era imposible casi hasta desatar los cordones. Mi pie estaba absolutamente hinchado, fuera de sí, aquello era como un chorizo de esos gordos de pueblo que se desparraman por todas partes. Ya consciente de la situación, me duché como pude y me fui directo a urgencias.

Tras un rato de espera y con el pie en un dolor en el que además sentía un extraño hormigueo recorriéndolo entero, un enfermero del centro Isabel Roig me dijo que pasara. Después vino la radiografía, no fuera a que ser aquello fuera una rotura, no hay que descartar nada.

Afortunadamente no había rotura, el pie estaba bien (aunque no en sus mejores momentos) y para recuperarme me recetaron paciencia y antiinflamatorios cada ocho horas.

Pasaban los días y la cosa no mejoraba demasiado. El hinchazón se había ido, pero sentía que aquello estaba como atrofiado, no sé explicarlo. Entonces es cuando un buen amigo vino a casa a verme (bueno, a jugar a la play 4), y me recomendó pedir cita en en el centro de osteopatía que había junto a su casa, donde había varios osteópatas de carrera, todos titulados.

Me dije a mí mismo que no era tan mala idea probar. Nunca había ido a otros fisios u osteópatas, pero mi amigo me puso la miel en los labios y sentía curiosidad, además me dijo literalmente, confía en mí, son los mejores osteópatas de Barcelona.

El nombre del sitio no voy a decirlo, pues aunque fueron bastante profesionales y me ayudaron, se me quedó una amarga sensación en el cuerpo tras su consulta. La mujer que me vió, llamémosle Cristina, era una cotilla de mucho cuidado. A mí personalmente no me gusta cuando las personas se toman unas confianzas desaforadas, y ella no conocía el límite entre lo privado y lo público.

Es verdad que Cristina ayudó en mi recuperación. Me dijo que tenía una microrrotura en los músculos interóseos dorsales, que a mí me sonó a chino pero que luego me enteré que es una lesión muy típica entre los bailarines.

Sus ejercicios me ayudaron a mejorar y reparar la musculatura de una manera más rápida. Tan sólo tres o cuatro sesiones, no sé, empecé a notar el calzado como más holgado, una buena señal de que mi pie comenzaba a sanar y a desinflamarse.

Cristina me recomendó una serie de ejercicios post tratamiento osteopático para poder volver a mi actividad física anterior y, en breve, estuve recuperado.

El amigo que me dio esa recomendación se reía cuando le contaba lo impertinente de la actuación de Cristina, y más aún cuando le decía que mi «masajista» era una chismosa de primera categoría.

Por eso, cuando tuve un segundo problema, sabía que querría probar a otro u otra osteópata diferente. ¿Por qué iba a contentarme con la primera que conocí, cuando tenía toda la vida para buscar al mejor osteópata de Barcelona?

«Permite que la función fisiológica interna del cuerpo se manifieste,
antes de aplicar fuerzas externas sin sentido.»
William Gamer, el Padre de Osteopatía Craneal

La osteopatía viene de nuevo a mi rescate, esguince de tobillo jugando al pádel

En el 2015 se hicieron famosas dos cosas. Primero, el pádel pasó a ser el deporte favorito de nuestro grupo de amigos, y por otro, aparecieron en mi vida los entrenamientos HIT, el cuál es un entrenamiento completo sin necesidad de herramientas externas como pesas o un gimnasio, todo lo haces con tu cuerpo. Junté mis dos pasiones del momento y se me ocurrió la brillante idea de organizar un campeonato de Padel con mi amigo Matías.

Quedamos con más parejas en la pista interior a lado de la Diagonal de Barcelona. El centro deportivo cuenta con varias pistas y normalmente no hay problema de reserva, así que era perfecto para nosotros. Cuando los sitios a los que debo ir no están muy lejos de mi casa me gusta ir caminando, por eso, siempre voy caminando a mis partiditos de pádel, ya que está a menos de 2 km de mi casa. El problema es que ese día estaba cayendo un buen chaparrón, así que decidí ir en coche para no llegar calado al torneo. Gran error.

El calentamiento previo que supone ir caminando a un lugar, es de muchísima ayuda para evitar lesiones deportivas. ¿Qué pasó? Pasó que cuando estábamos tratando de arañar unos cuantos puntos, mi tobillo hizo crack, tomando la decisión unilateral de fastidiarme mis geniales planes de pádel. Un sólo mal paso, eso es todo lo necesario para que tus oportunidades de conquistar el podio se reduzcan a cero.

Yo ya sabía lo que me ocurría, porque muchos años atrás había tenido una distensión de ligamento, y mi querido amigo Matías se apresuró a decirme el que para él era el mejor osteópata de Barcelona. Creo que sufrí un deja vú en ese momento…

Mi amigo me llevó en su coche al centro de osteopatía que él conocía y me pusieron un sencillo pero muy útil vendaje de compresión, lo ideal para ese caso.

El problema vino cuando me dijeron que no podrían verme hasta 8 ó 9 días después porque estaban a rebosar en la clínica. No dije nada, mi error, vale. Una vez más, el trabajo del osteópata especialista fue aceptable pero había otros problemas asociados, así que no terminaba de estar 100 % satisfecho.

Para ser completamente honestos con la realidad tengo que decir que el osteópata de esta clínica fue algo bruto y tosco conmigo, desde luego no muy considerado. Me decía que me quejaba mucho, ¡si me haces tanto daño que no puedo respirar cómo no me voy a quejar!. Le decía que me estaba haciendo más daño del que podía soportar, pero para él yo sólo era una niña de 5 años llorando porque sí.

Cuando volví nueve días después mi tobillo estaba bastante bien, aunque con poca movilidad debido al anquilosamiento prolongado.

Fui dos o tres veces más a su consulta y mi tobillo acabó sanando y, aunque mi pie tiene bastante tendencia a las lesiones, al menos hago mi vida normal. El caso es que, una vez más, ese centro no era tan bueno (para mí, al menos) como para ser considerado el mejor Osteópata de Barcelona.

Una cosa es que me provoques dolor porque así lo necesita tu tratamiento, pero una muy diferente es que te muestres absolutamente insensible a mi sufrimiento.

El caso es que o bien por falta de tiempo, por falta de profesionalidad o por problemas de agenda, seguí buscando y, ahora sí, os voy a hablar del que para mí es con mucha diferencia el mejor fisio y Osteópata.

«Algunos afirman, yo entre ellos, que no tenemos un esqueleto, músculos, glándulas, un sistema nervioso sino que «somos todo eso».
Feldenkrais

Me caigo montando en mi bici y me destrozó el hombro.

Ahora sí puedo decirte qué Osteópata es mejor en Barcelona.

Si algo he aprendido con el tiempo es que cada deportista te dirá qué Osteópata es mejor para ellos. Cualquier persona con la que hablo que haga deporte a menudo, siempre cuenta en su agenda con un buen osteópata que hace auténticos milagros con su cuerpo y se enfrenta a las lesiones más inverosímiles.

Y es gracioso porque yo también tengo uno, y de ese vamos a hablar hoy. Un amigo, que ahora vive en Barcelona por estudios, me solía «sacar de paseo» a montar en bici una o dos veces por semana.

Una preciosa mañana cogemos el tren desde Barcelona, nos bajamos en el campo y… una piedra en mitad de la carretera que no veo me estropea el día; me caigo con el hombro, el brazo plegado hacia atrás, y un dolor indescriptible recorriendo todo mi tronco superior.

Urgencias, brazo en alto, hombro hecho polvo, fractura leve de clavícula de postre. Según los médicos traumatólogos tenía que hacer todo el reposo del mundo hasta el juicio final.

Y cómo no, mi amigo gallego tenía la solución. Los gallegos dicen tener toda una cultura de Osteópatas, masajistas, quiroprácticos y físios. Allí les llaman recompoñedores o compoñedores, o algo así, qué riquiños estos gallegos. Términos que, por cierto, se refieren a la gran capacidad de estos profesionales de dejarte el cuerpo igual que lo tenías antes de un accidente. Vamos, niquelao.

Sus palabras me gustaron, sus opiniones me cautivaron, y decidí probar con esta tercera recomendación, con el que por supuesto para él era el mejor de todos, nada más y nada menos que el mejor osteópata de Barcelona.

Conozco a Stephan Schwarz, en mi opinión la respuesta a cuál es el mejor Osteópata y kinesiólogo en Barcelona

Stephan Schwarz, kinesiolgo, osteopata y fisio en Barcelona

Se llama Stefan y tiene un centro en la Ronda de San Pere donde trabaja como fisioterapeuta, Osteópata y Kinesiólogo.

Tengo que decir que desde la primera vez, mi impresión fue absolutamente excepcional. El local estaba inmaculado y los colores y los muebles hacían que te sintieras muy a gusto, había una buena energía y su acento castellano mezclado con alemán y catalán de daba un punto interesante a la jugada.

La atención que me dio Stefan durante mi «reparación» ya le gustaría a muchos centros privados tenerla. Stefan no sólo es un máquina en la osteopatía sino que también lo es en las relaciones humanas.

Mientras mi proceso de recuperación, mi hombro me recordaba, a base de grandísimos pinchazos de dolor, que estaba ahí presente. Stefan empezó a explorar todos mis movimientos que podía efectuar mi hombro, y ante la mínima mueca de dolor por mi parte Stefan paraba, y me preguntaba amablemente si quería continuar.

«Esto te va a doler un poco, respira y aguanta».

Hay muchos buenos Osteópatas en Barcelona que son aptos para ayudarte, pero pocos te harán sentir que estás en las mejores manos y con la mejor atención posible. Ya sea con una lesión leve como la mía, o algo más problemático, todos los seres humanos queremos ser tratados con mimo y cuidado. Ante un problema en nuestro cuerpo, una de las cosas peores que llevamos es la carga psicológica, el saber que vas a estar varias semanas impedido, y lo mejor es que Stefan me ayuda a aliviar ese malestar que muy a menudo estaba más en mi mente que en mi hombro.

Como todo buen alemán, Stefan es muy muy comedido, muy educado y respeta al máximo la privacidad de todos sus pacientes. Conoce a la perfección dónde está el límite de un profesional de la salud, y sabe que no debe rebasarlo al hablar con el paciente.

En este caso digo que Stefan es un profesional y lo digo con mayúsculas, es un PROFESIONAL, y además, tiene un habitación completamente empapelada de diplomas de cursos, estudios, y demás.

Si ya tenemos en un pedestal a la ingeniería alemana, espera a disfrutar de las manos de este gran maestro del cuerpo. Para mí, sin duda Stefan es con mucha diferencia el mejor osteópata que hay en todo Barcelona, el mejor de Cataluña si me apuras :p

Así que, en conclusión, si lo que estás buscando es a alguien que te haga sentir cómodo, una persona en la que puedas delegar completamente tu rehabilitación, te recomiendo a Stefan, el mejor de los mejores osteópatas que he conocido.

Evidentemente esta es sólo mi opinión personal. Estoy absolutamente convencido de que otras muchas personas dicen conocer al mejor kinesiólogo, o fisio, u osteópata, que este este o aquel es el mejor, cada persona tiene sus preferencias, y yo lo que he hecho es contar mis experiencias, mis vivencias.

Al fin y al cabo cada uno cuenta las cosas a su manera según su manera de ver la realidad, pero para mí, mi amigo gallego tenía razón, y las manos de Stefan son las mejores de nuestra grandísima y queridísima ciudad de Barcelona.

¿No eres de Barcelona? vale, tengo muy buenas opciones para recomendarte físios en otras ciudades de España como Madrid y Sevilla, claro que estos como ya dije, se basan en solo una opinión personal.

Reseña Panorama
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2 Comentarios

  1. Desde luego es una profesión indispensable en el Siglo XXI ya que con tanto estress como sufrimos, la verdad es que un buen osteópata viene muy bien para nuestra salud. Un saludo!!

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